«HONESTIDAD PARA VIVIR MEJOR» (POST 33 DE INTELIGENCIA EMOCIONAL)

Queridos amigos el tema de hoy es “La honestidad, Sinceridad y Veracidad” y va dedicado a todos mis alumnos y amigos que piden ayuda para mejorar.

Los valores son actitudes que forman parte de la personalidad del ser humano y son de 2 tipos:

a) Valores innatos : Son aquellos que nacen con uno como la paciencia, la misericordia, la honestidad.

b) Valores aprendidos: Son aquellos que se aprenden desde la infancia a través de la familia o la educación como por ejemplo: respeto, justicia, orden, puntualidad, etc.

El mundo evoluciona y un porcentaje elevado de personas parece haber dejado olvidado en un viejo cajón asumir valores. Y quienes si los practican y asumen suelen no entender al resto, sentirse heridos con frecuencia. Ello ocurre porque no es posible mantener armonía con semejantes que tienen problemas para asumir un estilo de vida honesto y equilibrado.

Por ello, desde Zéfiro quiero compartir con ustedes la importancia de tener valores en estos tiempos. Si la gente decidiera reconocer la importancia de los mismos, estoy segura de que los humanos nos entenderíamos mejor y la posibilidad de alcanzar estados de vida luminosos sería elevada.

Hoy hablaré de la Honestidad, Sinceridad y Veracidad

1.- Honestidad, Sinceridad, Veracidad:

Son quizá los más difíciles de aprender y conservar para el ser humano. Ser honesto implica pensar en que no se puede ir por la vida sacando ventaja de algo o alguien (por ejemplo a nivel laboral, a nivel afectivo y amistoso).

Mucha gente apela a la corrupción para por ejemplo obtener ganancias ilícitas en lo laboral, otros usan la mentira con su pareja porque se creen con ese derecho y excusan sus acciones diciendo que se trata solo de debilidades humanas; y otros por ejemplo usan a sus amigos para los fines que les convenga apelando a la manipulación o adulación fingida.

Ser honesto requiere de tener grabado en la mente e inscrito en el corazón el sentido de la “Conciencia” porque solo quien quiere sentirse limpio y en paz consigo mismo, dormir sin culpa y caminar siempre mirando de frente sin nada que esconder sabe lo que significa ser honesto (a).

Y si bien pensarlo no resulta fácil sino fue inculcado desde la infancia o no es innato es un valor por el que deberían luchar con humildad. Ser honesto (a) veraz y sincero hace que sean las que vengan como pruebas y retos en la vida las consecuencias de asumir este valor hagan que el respeto hacia uno mismo y de los demás sea constante.

Una persona honesta es digna de ser admirada, respetada y siempre recordada. Y por ende podrá mantener mejores relaciones humanas a todo nivel.

Hoy la gente tiene problemas para ser honesta y veraz porque vive atada a los prejuicios, al miedo y a los mecanismos ego defensivos. Por ejemplo, por dolores y fracasos vividos en el pasado muchos (as) han optado por fingir lo que no son, por esconder lo que piensan y por decir lo que les conviene según sea la situación y grupo al que se dirigen.

Hombres y mujeres deshonestos (as) caminan con un peso en sus espaldas, enfermando día a día sin tener fuerzas para reconocerlo, sin tener fe en sí mismos para decidir cambiar y ser ellos (ellas) mismas. Y digo enfermando porque no ser sincero (a), no poder vivir siendo uno mismo (a) vuelve la mirada lúgubre, el rostro envejecido y la mirada confusa, en resumen, la gente deshonesta pierde toda luz, toda posibilidad de hacer sus sueños realidad, de trascender y no solo porque se hacen daño a si mismos (as) sino porque hacen mucho daño a muchos, lo saben y eligen seguir en el mutismo, en hacerse de la vista gorda, callar y mantener la deshonestidad por egoísmo, por ambición o por vocación.

Un ejemplo de ello son la gente que integra bandas de delincuentes, otros lo son los propios hijos que le roban a sus padres y los hombres y mujeres que mantienen dobles vidas por ego y placer.

Cabe resaltar que para ser deshonesto (a) solo hace falta tener ocultas intenciones a todo nivel (laboral, afectivo, personal) y brindar falsos discursos, fingir conductas serias cuando en el fondo no se tienen.

Y quienes viven así no son malas personas, solo están equivocadas, no saben vivir de manera correcta porque temen hacerlo, porque nadie se los dijo o porque creen que deben ser así para defenderse de todos sus dolores vividos en el ayer.

Y es que no siempre el dolor enseña, para muchos es un lastre que los ha vuelto deshonestos (as) porque compara lo que han vivido con los demás. Creen erróneamente que nadie ha sufrido como ellos (as) y que solo mentir, fingir y callar los mantendrá a salvo.

¿Cuál es el precio de ser honesto?

Quienes caminan con la honestidad en la mano y la mirada han elegido ser así por innatismo, aprendizaje o regalo divino y sin duda no la pasan tan bien como pueden creer, pero si pueden mirar de frente, no atesorar culpas y enseñar a los demás a vivir mejor con granitos de arena diarios.

– Por ser honesto (a) muchos suelen ser criticados, señalados, tachados de locos, de osados, de vehementes, de tercos, de ilusos, pero es mejor esto a no poder dormir, a tener que fingir y ocultar la mirada antes los que nos rodean.

– Por ser honesto (a) es más fácil ser herido con frecuencia, es más fácil sentir desilusión y tener que caminar con la certeza de que solo se puede confiar en Dios y en las maravillosas personas que lo llevan en el alma.

– Por ser honesto (a) es fácil ser elegido (a) para ser dañado, para ser usado (a). Y es que la luz que puede irradiar alguien honesto (a) se anhela como agua en desiertos, pero los grupos deshonestos no tienen límite a la hora de elegir los caminos para llegar a sus fines egoístas que les pueden dar ventajas, placer o levantar sus egos.

Aquí hago un alto para orar dos minutos por todos mis amigos (as) honestos que alguna vez se han sentido dañados, usados y poco valorados y les quiero recordar que aquello que dieron, que aquello que hicieron por los demás o por alguien no se fue al aire, los ha vuelto más luminosos, más fuertes y que los ángeles caminan junto a ustedes a toda hora, que los milagros en sus vidas son posibles, que jamás estarán solos y que Dios hace que entre iguales se encuentren mágicamente.

Desde Zéfiro queridos lectores espero que hoy decidan recapacitar sobre ser honestos y veraces para poder renovar el alma y transcender.

Que tengan un lindo fin de semana junto a los que más aman y no olviden visitar a los enfermos, apapachar fuerte a los padres, hijos, ancianos y sonreír aun en la pena porque estas tierras de paso son maravillosas.

Manjarí (Bendiciones)