«El APEGO» (POST 142 DE INTELIGENCIA EMOCIONAL)

Queridos amigos, el tema de hoy es “El apego” como emociones destructivas” y va dedicado con mucho cariño para los estudiantes de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Faustino Sánchez Carrión en Huacho, con quienes pude compartir hace unos días una linda jornada académica.

Las emociones destructivas son estados, actitudes que brotan de creencias particulares, las cuales dañan a uno mismo y a los demás. Y tales estados emocionales empañan nuestra capacidad de juicio, oscurecen el ser interiormente y roban la libertad porque anulan el ser

Desde Zéfiro veamos cómo operan y cómo aprender a identificarlas.

1.- El APEGO : El apego es un estado emocional de vinculación compulsiva a una cosa o a una persona determinada y está originado por la creencia de que sin eso no se puede ser feliz. Se puede sentir apego por ejemplo a:

– la madre, la pareja, amistades en particular, una mascota, un tipo de empleo o labor, etc

Uno de los mayores problemas que afrontan las personas es por ejemplo el APEGO SENTIMENTAL , ese que se compone de dos reacciones o elementos. Uno se basa en el placer, emoción, estremecimiento y alegría cuando se consigue estar cerca de la persona que inspira ese deseo y afecto. Y otro negativo cuando por ejemplo se experimenta cuando esa persona no está más o se vive en conflictos con ella, lo cual genera tensión, ansiedad y en muchos casos desesperación.

Por tanto, para millones de personas el amor enferma y cuando eso ocurre estamos hablando de dependencia afectiva, la cual impide que la inteligencia, realismo y armonía interna desaparezca.

Sin duda el mantener la autoestima afectiva en equilibrio, así como la capacidad de aprender a priorizar lo que se desea ser en la vida serán los únicos caminos para salir de tal estado.

Muchas personas que padecen de apego pierden las perspectivas y reaccionarán de manera agresiva si notan que algo o alguien es una amenaza para tener o estar cerca del objeto o persona que les genera el apego. A NIVEL LABORAL, cuando una persona siente que será despojada del puesto que tiene o que será alejado de un determinado proyecto sentirá temor y podrá operar con ira, celos o envidia cometiendo actos jamás esperados por quienes le rodean.

Una de las mayores metas del ser humano hoy es entrenarse en el hecho de ACEPTAR Y COMPRENDER las etapas de la vida, la realidad de los acontecimientos para tener paz. La idea de felicidad aplicando posesión es sin duda ir hacia el sufrimiento seguro. Decir que se será desgraciado de por vida por no tener ese objeto o persona que genera apego es una decisión y si hoy sientes que padeces de tal apego te queda asumirlo y buscar ayuda.

Y es que el apego surge cuando las personas se sienten desprovistas de fuerza, cuando dudan de sus capacidades y talentos y cuando olvidan que los sentimientos brotan de las personas y no podemos ejercer presiones sobre ello. Si nos quieren o no, si nos aceptan o no, si inspiramos confianza o no dependerá es algo que no solo depende del comportamiento, depende de lo que la (las) otras personas creen y afirman sentir.

Por apego muchas personas se vuelven irreconocibles, actúan con celos enfermizos y hasta son capaces de afirmar que vieron o saben algo que no es real. Y cuando ello ocurre estamos diciendo que el apego se ha convertido en una dependencia.

Generar paz interior es cuestión de cultura, cuestión de actitud emocional, de madurez, de capacidad de reconocer esas emociones destructivas que paralizan, que enturbian y que impiden ser. Muchos prefieren culpar a otros de la infelicidad que sienten, como a sus padres o a su pareja. Lo cierto es que nadie tiene la culpa de que sientas que necesitas como aire para respirar algo o a alguien sin darte cuenta que la mayor conexión y fuerza que existen en las relaciones humanas depende de amarte a ti mismo primero para poder amar con libertad y respeto.

Entrenarse en la comunicación con uno mismo y los demás son requisitos básicos para vencer el apego. Darse cuenta que sentir es algo que solo debe fluir y que nadie es capaz de retener a nadie si ese alguien no cree en ti por ejemplo es una posibilidad, es una consecuencia. Revertir tal realidad también es posible, pero habrá que ver si quien padece de ese apego puedo ser como es, reconociendo sus debilidades y temores para restablecer la conexión consigo mismo, solo así podrá restablecerla con los demás.

Recuerda Zeferino, que el tiempo pasa, la vida se pasa como un suspiro y mereces ser feliz. Por ello debes luchar por ser libre por dentro y vencer esos apegos, esos oscurecimientos de tu mente y tu alma que solo te anulan, que roban tu voluntad porque quizá cuando reacciones tus mejores años se habrán ido.

A mis lectores que luchan por ejemplo contra la dependencia afectiva les recomiendo leer “Amar o depender” de Walter Risso y “Porque nos enamoramos de quien no debemos” de Ivan Mayor , los ayudará mucho y mejor aún si buscan ayuda profesional. Y en mi libro “Cómo aman ellas” toqué un caso de apego, quienes creen padecerlo pueden leerlo y sentirse reflejados porque a veces es preciso verse en otro para admitir el daño que se hace uno mismo.

Volveré con este tema en nuevos post.

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Ahora les dejo esta cancioncita para que los acompañe y relaje.


Que tengan un domingo espléndido y los ángeles los guíen por el buen camino para mantener la cordura
Manjarí (bendiciones)