La batalla necia de los deshonestos, cobardes, manipuladores y sin escrúpulos

La batalla necia de los deshonestos, cobardes, manipuladores y sin escrúpulos es a diario intentar mejorar sus tácticas y parecerse más a las serpientes rastreras que además, usan disfraces en todo sentido. Por tanto, no esperes respeto de quienes no conocen esa palabra ni su dimensión y espera todo lo más retorcido que la justificación de las bajezas en los seres oscuros les manda crear. Y no importan los cartones ni el oficio, porque incluso en las profesiones de rostro más loable y de mayor compromiso emocional, existen MISERABLES que no pueden ser otra cosa que vergüenza para el traje y mirada de infante que jamás logró ser hombre/ dama. Nada te sorprenda, porque en esta vida, el bien camina y la oscuridad se coloca al lado; queda seguir de largo. Y sin embargo, solo deja al tiempo correr y al cielo actuar, porque hay tantas cosas importantes por hacer y gente realmente buena, transparente y en especial, sin dobleces que llega a la vida de quien tiene claro a quien se debe y todo aquello que lo mancha. No es casualidad que en tus momentos importantes, vitales y aquellos donde necesitas paz y luz, solo están a tu lado, los que deben estar y de eso, Dios se encarga. El tiempo es un aliado valioso o el peor enemigo, depende de cómo lo usemos y se mueve en función a la conexión del alma con los cielos o la total desconexión por voluntad propia. No hay gente que tiene más tiempo y por ello, madura más pronto; hay gente que hizo del tiempo su amigo, su fuerza y en especial, su motor para dar y servir. La compasión es observar, ver las historias que se repiten, tener todo para generar un terremoto en los enemigos gratuitos y sin embargo, solo rezar por sus destinos, porque las espadas que dañan a quien daña la empuñan ellos (as) mismos con sus decisiones. Todo paso mueve al cielo, absolutamente, todo y en un minuto, todo cambia y cada quien está y estará donde le corresponde.Y recuerda que arrepentirse de algo no es real si se reincide cada día, pero aquello también, es una decisión y no le sirve a los señores (as) de ego elevado, deseo de control y mucho menos a todos (as) aquellos que esperarían morirse antes de reconocer sus errores.

POST: Ayer, muy temprano, día de reyes, mientras oraba, apareció de la nada en mi celular un mensajito a colores del padre Pío, a los cuales, estoy por gracia divina, acostumbrada y me abrazan, guían y apoyan en todo momento, así como otras lecturas que elijo de corte espiritual. El mensaje que leí decía: “Hay que amar a los que nos persiguen” y de inmediato recordé la película sobre su vida que pueden observar vía Youtube. Y en ella, se observaba que a pocos minutos de fallecer, el capuchino recibió al sacerdote que por años lo acusó, persiguió, acosó y le hizo tanto daño adrede ante el papa. Lo tildó de hechicero, agitador, corrupto, etc, etc, etc y cual rata que sube por todos los huecos, mandó colocar incluso micrófonos en el confesionario, lo mandó espiar día y noche. Pío descubrió los micrófonos y sabía de cada paso enfermizo que daba en su contra, pero jamás lo acusó ni atentó contra su oficio. Pio, pese a recibir todas las calumnias del aquel obsesivo sacerdote, jamás le había demostrado el carisma de videncia que tenía, se dejó dañar, observó, se defendió trabajando en silencio y aquel hombre equivocado, luchó por años para intentar demostrar que aquel franciscano humilde era un farsante, o como se diría hoy y dicen muchos, “un esquizoide”. Y como para Dios nada queda sin resolver, aquel hombre equivocado pudo comprobar poco antes de que el padre Pío muera que tanto sus estigmas como carismas eran reales. Pío nos enseña entonces, a concentrarnos en lo que nos corresponde y confiar en la voluntad de Dios. Nos vamos a topar con gente extraña, incapaz de ser transparente, experta en buscarnos el defecto para sentirse mejor, malvada, envidiosa o que solo se parecen a cotorras chismosas (os) para meterse en tu vida, capaces de comprar mentes, almas y pagar monedas por seguir sus ideas, gente que mancha a otros para sus fines y crean cadenas de mentiras para complacer al ego. Y si abren los ojos, han de notar que existen personas tan equivocadas, porque carecen de luz y en especial, de limpieza interior y han hecho de sus días una torre de mentiras, entuertos y ya no saben por qué, ni para qué. Y todos convivimos con el miedo, pero resulta desgraciado permitir que cubra el alma de trajes falsos, busque manipular, usar personas y en especial, no notar que, si se toma la mano de maligno, cada paso que se da es peor que el otro. Amar al prójimo es también, observar, callar, enviar luz y avanzar, porque nada queda oculto bajo el sol y cada día es una poderosa oportunidad para ser mejor, pero aquello también es una decisión. Nadie es perfecto, pero recuerda que no fuiste creado (a) para ser MISERABLE.