«SOY AGRESIVO» (Post 18 de Inteligencia Emocional)

Queridos amigos, el tema de hoy es “Soy agresivo” (a) y va dedicado a todos los lectores de este blog que no logran controlar sus emociones.

Ser agresivo (a) tiene que ver con la manera en que nos dirigimos hacia los demás desde el trato, así como la manera en que nos miramos por dentro.

Existen diversas investigaciones sobre psicología y salud mental que analizan las causas y Zéfiro quiere darte a conocer las más relevantes.

1.- Personas que padecen depresión, ansiedad, y otras enfermedades de la mente pueden presentar estados de agresividad constante porque poseen desbalances químicos en el cerebro que los médicos especialistas deben tratar con medicamentos y terapia psicológica.

2.- Las personas que consumen cualquier tipo de droga como alcohol, marihuana, cocaína, energetizantes mezclados con licor, etc suelen pasar por estados de abstinencia cuando dejan de consumirla, situación que desata en ellos una ira inusitada porque el cerebro adicionado reclama la sustancia.

3.- La frustración es una de las emociones que suele desencadenar mayores niveles de agresividad en quienes la padecen.
La frustración puede venir de la incapacidad de lograr un objetivo anhelado, de fallar en algo, de no encontrar las vías de solución a un problema o por no soportar una pérdida a cualquier nivel.

Mucha gente almacena ira contra alguien o grupos cuando siente que ha sido rechazado en algo o no se le ha tomado en cuenta. Sin embargo le cuesta analizar las causas de esa situación, tiene problemas para mirarse por dentro.

Otro rezago de la frustración es el rencor, el mismo que impide el perdón hacia los semejantes y solo desata contra ellos (ellas) agresividad. Y no se necesita gritar para ser agresivo.

Zéfiro les muestra las formas más comunes de agresividad. Algunos no lo notan, pero luego de leer este post espero que lo aprendan a descubrir.

1- Hoy resulta muy común observar que chicos y chicas son agresivos con sus padres y amigos. Solo basta tomar atención a sus tipos de paralenguaje (tonos de voz) para notar que son agresivos. He podidos escuchar chicos que cuando se dirigen a sus padres les alzan la voz de la nada, como si sus progenitores estuviesen en una riña con ellos. Expresiones como : ¡ Ahora qué quieres mamá ¡ o saludos groseros como solo un mover de cabeza al llegar a casa son reflejo claro de la agresividad.

Alguna vez amigas me han contado que sus hijos solo son amables cuando les dan dinero o les traen un regalo. Sin duda el egoísmo y la superficialidad es parte de la conducta de estos jóvenes, la misma que también pude ser a causa de un engreimiento excesivo que pasaron desde pequeños por parte de sus padres, quienes jamás le hablaron de las malas conductas con reflexión y se limitaron a pasar por alto todo lo que sus engreídos hijos hacia.
Hoy, esos padres pagan las consecuencias, no se puede pedir recibir lo que no se inculcó.

2.- Los malos modales al escribir, al saludar, al conversar pueden estar cargados de agresión subliminal. No saber saludar con educación y despedirse por escrito o en persona es una forma de “arrogancia” que indica que quien actúa así no solo es soberbio (a) sino agresivo por alguna razón que se niega a manifestar hacia quien se dirige.

3.- Otra forma de agresividad común es el elitismo. Mucha gente es racista, prejuiciosa y llena de complejos y bajo el lema “Solo me junto con gente de mi nivel” se la pasa criticando y despreciando a gente sencilla y trabajadora. Un ejemplo claro de ello se da con el trato que ciertas amas de casa y personas le dan a señora que apoya en casa con las labores, conocida como “La empleada”.
Si se fijan, el solo hecho de usar aquel término es discriminador y agresivo, lo ideal sería aprender a llamarla por su nombre: “La señora tal”. Y lo agresivo hacia estas personas se aprecia en los tonos en los que se les habla.
He visto horrorizada a mujeres que conozco humillar como nadie a estas buenas mujeres, insultarlas, gritarles y tratarlas como si fuesen esclavas.
Una de ellas es tan agresiva que ha cambiado de señora de apoyo en casa 54 veces, así como leen, llevo la cuenta porque se trata de un caso cercano que me apena mucho y sin duda esa mujer de quien les hablo tiene serios problemas emocionales que aún no se anima a aceptar, pero como dice el dicho: “Lo que siembras es lo que cosecharás y como tratas algún día podrán tratar a los seres que más amas, la vida da vueltas y las lecciones del cosmos llegarán a ti inevitablemente”

Por lo general este tipo de personas padeció carencias económicas en la infancia, situación de que se avergüenzan y los llenó de complejos. Y cuando lograron mejorar su economía y contratar una señora de apoyo en casa se vieron en la necesidad de hacer sentir su poder siendo agresivos (as) con ellas y lo peor del caso es que le enseñan a sus pequeños hijos a hacer lo mismo.
Es común escuchar niños insultando a la señora que apoya en casa. Mucha alumnas mías han soltado alguna vez un comentario desatinado y agresivo contra ellas, el mismo por el cual jamás me quedé callada y quizá impulsivamente les dije cosas duras y firmes al respecto, tanto que algunas quedaron mudas y alguna otra que
ahora recuerdo se puso a lagrimear y me dijo: Profe que mal me ha hecho sentir, pero tiene razón, soy una bruta.

4.- A nivel laboral se puede dar cuando el jefe o compañeros laborales usan tonos sarcásticos y adjetivos calificativos déspotas para dirigirse sobre quien desean mostrar repudio o desagrado.
Las agresiones van desde la mueca en la boca como señal de fastidio hasta tonos de voz agresivos, irónicos o burlones. Un disfraz de la ira hacia el otro es hacer uso de la broma persistente y pesada hacia alguien.

5.- Otra forma de agresividad que utiliza quien la padece es fingir ante el compañero o grupo de personas con (a) con quien labora no darse por enterado (a) de los acuerdos de actividades a realizar, dejar pasar los días para que el compañero se fastidie o se encargue solo de las cosas.
Algunos buscan con ello llamar la atención y desatar el conflicto o en su defecto vengarse por algo que consideran se les ha hecho. Al parecer este tipo de agresivo (a) también tiene problemas de comunicación y no sabe expresar sus incomodidades o puntos de vista.

6.- Hacia los hijos se da cuando los progenitores o tutores les critican todo de manera destructiva o comparativa. Los comparan con hijos de otros, con sus hermanos o simplemente les hacen gestos que indican cosas como “Eres una carga” y con ello quiebran la posibilidad de abrir la confianza con su hijo (a).

Algunas madres maltratan a sus hijas mujeres cuando el esposo las ha dejado por otra o a toda su familia. La razón de tal trato es que ante la frustración de la pérdida se desfoga con aquellos que son el nexo con la ex pareja y si el hijo (a) se parece en aspecto y carácter al progenitor la cosa puede empeorar ; este fenómeno también se da en varones que maltratan a sus hijas psicológicamente.

7.- Alguna vez burlonamente la gente dice que las solteronas y solterones son amargados. Y en alguna medida esta premisa o pre concepto se cumple en personas que han sido abandonados por sus parejas o que no tienen una.
La soledad y el dolor no asimilado los ha herido tanto que desatan sobre quienes los rodean y ve en pareja toda la ira posible. Muchas de ellas (ellos) le hacen la llamada “vida a cuadritos” a chicas (os) jóvenes en el trabajo y si encima son guapas (os) y estimados el hecho se puede agravar, la envidia y la competitividad es el motor de tal agresión.

8.- Otro aspecto común de agresividad se da en los envidiosos (as) y de baja autoestima. Con solo mirarte lanzan miradas de desprecio hacia ti y luego dicen cosas como “Este chico (a) chica me cae mal, no lo trago, no lo conozco, pero me cae mal” y con el trato pasa a maltratarlo y ponerle obstáculos en lo que puede.
Alguna vez mi abuela decía al respecto algo muy sabio: “El ojo del envidioso no solo lanza mala vibra, también malos deseos , pero ante ello queda orar por él (ella) porque lo que todo lo malo que se desea para otro rebota sobre sí mismo; por lo que dice y por lo que piensa el impío sus días no alcanzarán la paz”.

Esta envidia puede venir por los talentos que tengas, por si eres apreciado o por si eres agraciado, por la pareja que tengas o por el solo hecho de existir y sentir que no soporta tu paz.

9.- Un penoso y lamentable tipo de agresión es la que se da hacia los enfermos en casa. Muchos padres, hijos , abuelos, hermanos y familiares en general no aceptan el hecho de que alguien de su casa padezca una enfermedad.
Por lo general es porque no la comprenden, y no les interesa comprenderla.

Alguna vez una chica de 15 años me contó algo muy duro que hasta hoy recuerdo: Me dijo: “Cuando le dije a mi mamá que yo tenía desordenes alimenticios y que me sentía morir ella me gritó, me dijo loca, que esas enfermedades no existen y que eso no le podía pasar a ella como madre, que no gastaría un centavo en mi por eso, que si comía me muera, pero que no la cargue”.

La respuesta agresiva de su madre escondía algo oculto. Cuando le pregunté a la chica por su padre ella me contestó : “Mi padre la dejó por agresiva, ella solo quería el dinero de mi papá. Pero yo me enfermé porque en el colegio las chicas se burlaban de mi en todo y se me fueron las ganas de vivir, pero mi madre no me escuchaba y mi papá es ahora quien me paga el tratamiento que sigo, él si me escucha”.

Otros casos más penosos aún se dan contra los ancianos en casa que están seniles o que están incapacitados físicamente. He visto casos de hijos que dejan ver morir día a día a sus padres por sus desatenciones, los tienen en las peores condiciones y la justificación que emplean para ello es la falta de tiempo, otros el dinero y los más agresivos lanzan frases delante de ellos como “No se que hice para cargar solo (a) con este viejo (a) “ .
Sin duda este grupo de agresivos no sabe dar amor, mucho menos lo que es dar y ser agradecido con los progenitores.
A ellos Zéfiro les dice: “Si te lamentas por el familiar enfermo que come de tu mano y necesita de tu apoyo porque está imposibilitado de valerse por sí mismo significa que tu corazón es tan duro y tu alma tan vacía que nunca podrás ser luminoso. Y el día que tú envejezcas y o te enfermes quizá alguien lance contra ti las mismas frases y los mismos tratos que hoy tú das al enfermo, nada en la vida queda impune, el dolor de un indefenso y sus lágrimas nunca van al aire, tu conciencia será tu peor enemiga, la sombra que no te dejará en paz ni de día ni de noche”

Amigo lector de Zéfiro ¿Te has reconocido en algún tipo de agresividad?. Si es así recomiendo:
1.- Si tu agresividad es por depresión a ansiedad busca ayuda en profesionales y deja los prejuicios, no estás loco por ir a un terapista, ni maldecido, el cerebro es un órgano más que puede enfermar.

2.- Mírate, se sincero contigo mismo, perdónate y perdona a los que te fallaron y sino puedes también busca ayuda emocional y espiritual, no dejes que tu vida se derrumbe absurdamente por tu amargura.

3.- Si la envidia hacia otros te acosa, deja de compararte con las personas, valora los talentos que tú tienes y decide mejorar por dentro y por fuera. Activa tus proyectos y sueños y cambia la envidia por la sana admiración y respeto hacia el prójimo.

4.- Si eres madre o padre, no lances contra tus hijos la ira que guardas por tu ex pareja o lo lamentarás demasiado tarde, no pidas recibir amor en la vejez y mucho menos cuidados si diariamente no haces más que espantar a tus hijos con tu trato. Busca ayuda, recobra la cordura y asume tu rol con amor y responsabilidad.

5.- A los jovencitos les digo que sus padres no son el fondo monetario, no los uses, aprende a amarlos por lo que son, por estar ahí a tu lado luchando por tu bien, y si no tienen el dinero que esperas mira tus manos y tus talentos para poder trabajar apenas puedas. Es maravilloso ser independiente, y ver sonreír a los tuyos con tu progreso.

Recuerda, dejar de ser agresivo depende de ti. Decide a cambiar para alcanzar vivir en armonía y con la conciencia en paz
Manjarí
(Bendiciones)