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¿Cuál es el origen de la envidia, qué tipos existen y hasta dónde puede llegar?
La envidia brota de la frustración e impotencia emocional en personas que no han resuelto ciertos complejos, temores y se convierte en maldad, porque es además un escape del alma que se convierte en oscura antes de mirarse con humildad. Y cuando alguien se ha vuelto oscuro (a), busca destruir a quien envidia.
Hay diversos tipos de envidia. Pero vamos en orden.
– Está quien posee envidia a alguien porque lo (a) nota más agraciado (o) físicamente y al absurdamente, compararse, le da rabia y cae mal alguien que por ejemplo cree que le roba chance de ser mirado (a) de modo afectivo, porque tiene en su grupo a esa persona más agraciada. Existen además, quienes aún sienten mucha envidia por complejos raciales y hasta por si otra persona tiene buen porte y postura.
– La envidia de tipo intelectual, por el temperamento y la personalidad de alguien que tras no haberse esforzado mucho en los estudios o no ser alguien que resulte empático, sentirá rabia y envidia atroz por alguien muy talentoso (a) y querrá sabotear sus logros. Envidan la forma de hablar ajena, el carisma innato, la sencillez y hasta si te ven en silencio.
Quien es oscuro (a), busca destruir, inventa calumnias y tratará de hundir a quien le inspira esa envidia, desde la arista que lo motive.
Les pongo un ejemplo: Cuando estudiaba en la universidad, una chica que tóntamente vivía enferma de envidia porque yo tenía las notas más altas del ciclo y de las seis aulas (cosa que por volada que soy y ocupada siempre, me enteraba cuando la universidad me enviaba cartas de felicitaciones o algún jefe me llamaba a decírmelo), pero esta compaňera de estudios ya lo sabía antes que yo y no sabía como desfogar su rabia.
Y cuando una docente me convocó para ser parte de un equipo de investigación especial y otro docente más, también me convocó para trabajar en un proyecto importante en un medio. Y para colmo de la envidiosa, también me eligieron solo a mí dentro del ciclo para practicar en un diario local. Recuerdo que escondía mis exámenes para que esa chica no me mirara como si me fuese a matar. Pero daba igual, siempre investigaba que nota yo tenía.
Pasaron los días y la alumna envidiosa se acercó a esos dos docentes para hablarles mal de mi, sin imaginar que estos la tratarían muy mal y luego, me llamarían a contarme sus calumnias, sin sorprenderme en lo absoluto.
Y para poner la cereza al pastel de esa etapa, otra alumna que yo apenas conocía en la universidad, se puso de pie cuando un docente me indicaba que yo era la alumna elegida para las prácticas en un diario. Esa otra chica, gritó furiosa ¡por qué a ella, todo a ella¡, ¡la detesto¡ y tiró su portafolio al piso. El profesor le dijo que ella no llegaba ni a un doce en notas y que debería ver a un psicólogo y la echó del aula. Yo quedaba lela, en shock y siempre orando, no tenía idea que podían elegirme, pero siempre escribir fue mi pasión, habilidad y me concentré tanto en ello que no observaba mucho a nadie. De hecho, siempre tuve más amigos varones de confianza, hasta hoy.
Y recuerdo que el periodista y profesor Jorge Salazar, que en paz descanse, con quien trabajé en temas policiales, me dijo mirándome muy fijo: «Querida Rosa María, ud tiene muchos enemigos envidiosos (as) y sabe, eso significa que ud llegará muy lejos y donde pise, será exitosa y como ud los ignora y le temen por su carácter firme y fuerte, todas estas personitas tendrán mal destino, siempren actúan por detrás, pero ud siga como está y hable como sabe cuando debe». Yo tenía 19 aňos, me dolió y apenó mucho lo que me dijo, pero aquello solo fue el inicio de incontables episodios con otras personas envidiosas, tres de las cuales murieron de cáncer muy jóvenes.
Luego, ya cuando fui catedrática, esa chica me intentó sabotear muchos proyectos y también procedió mal contra otro colega amigo personal. Pasó un tiempo y a esa chica le fue muy mal profesionalmente pese a que no tuvo nunca malas notas. Ella era talentosa, pero no confiaba en sí misma y se concentraba solo en su ego.
Ocurre que quien envidia se estanca porque se la pasa luchando obsesivamente por competir y destruir. El ego los domina y se aprecia en el lenguaje corporal y verbal, fastidio, gestos torpes, caminar inseguro y jamás destilan paz.
También existe envidia entre hermanos cuando uno daňa al otro adrede y quiere todo lo que el otro tiene.
Hay envidia afectiva y muchas personas que la padecen, harán lo que sea por intentar sabotear una relación de alguien que los rechazó, dejó o sencillamente jamás lo (a) quiso.
Los envidiosos son los mediocres sin remedio que no se ocupan de pulir sus dones y talentos propios, que no se esfuerzan y no desean pasar por el camino correcto para crecer.
Muchos envidiosos, son además ociosos (as) y quieren vender gato por liebre y olvidan que nadie es lo que no es, así se disfrace o imite. Pueden decir que hicieron algo que tú creaste, robarte material de trabajo, rayarte el carro, la puerta, romper algo solapa si van a tu casa, crear cuentas falsas de redes para estafas y toda la maldad que tu mente imagine.
Otros envidian el status económico, las amistades o sencillamente te detestan porque llevas luz y Dios en ti, se nota y deja huella.
La envidia es un tipo de maldad y claramente, parte del maligno instalado en alguien sin espiritualidad genuina y sin conexión con la oración. Y cuando operan siempre sin control, muchos se conocen ya como Psicópatas
La gente envidiosa hace mucho daňo adrede en donde esté: trabajo, amigos, etc. Y si bien pueden tenerte rabia o celos, él o la envidiosa destruye y usa mentiras y argucias para anular algo bueno en tu vida.
Kármicamente, las consecuencias de ejercer envidia son revisadas al milímetro por Saturno, el sr del tiempo y por ejemplo, he observado cartas natales de mujeres amantes por ego y rabia a equis chica. Y cuando llegó un tránsito de Saturno, les brotó en algunos casos, tumores en zonas bajas, enfermedades extraňas deformativas y también, perdieron muchas cosas en un mes: trabajo, pareja, terrenos y jamás llegaron donde querían ni tuvieron lo que querían. Y en cartas donde he visto la envidia activa hacia otra persona, se notan esos enemigos de gratis y también como acaban, que siempre es muy mal.
En el caso de esta chica envidiosa de la universidad que les conté, ella siempre quiso ser catedrática donde yo dictaba, pero jamás ocurrió y tuvo un cargo de asistente, pero la echaron un 24 de diciembre, mes regido por Saturno tras vivir un escándalo por mal proceder en otros asuntos que no tenían que ver conmigo. Y la otra chica que tiró el portafolio al suelo, perdió dos ciclos por cursos desaprobados y cuando quiso hacer la maestría, la invitaron a retirarse por cursos desaprobados
Recuerdo que a la envidiosa del ejemplo uno le pasó algo que jamás olvidaré. Era diciembre y yo entraba apuradísima a la universidad por una reunión y ella salía corriendo de la misma, pero llorando con sollozos, nos topamos cara a cara y ella agachó la cabeza sin poder controlarse y corrió más fuerte. No era de mi área de trabajo ni yo la veía casi y supe al verla que algo duro le había pasado, se me erizó la piel al verla llorando. Y tras varios días, un colega me dijo «Como es Dios, que feo le fue a esa mujer que tantos aňos te quiso fregar Rossie, la botaron en navidad y le prohibieron el ingreso a la facultad»; quedé muda y le pregunté por qué. Se trató de un lío laboral escandaloso y mientras mi amigo me lo contaba, a mi se me salían las lágrimas. Recuerdo que le dije a mi colega: «Yo he rezado siempre por ella, nunca pude evitar que se se sintiece mal y me daba miedo lo que le pase, porque las enseňanzas de vida pueden ser muy dolorosas para los enemigos gratuitos y confío en que Dios la hará ser otra con esto que ahora vive»
Jamás intervine en lo que ocurrió a las dos chicas envidiosas, pero desde lo alto sin duda, eran observadas
REFLEXIÓN: La gente con Dios como necesidad emocional por dentro, celebra los talentos ajenos y tiene claro que cada quien es lo que cultiva. Tiene claro que en la vida, cada quien tiene habilidades diferentes, propósitos y misiones diferentes que Dios opera de modo inalterable por el bien de cada quien.
El envidioso (a) siempre se queda con las manos vacías, frustrado (a), no tiene paz y no reconoce errores hasta que le llegan las lecciones y a otros ni cuando eso ocurre.
La envidia no hace buen uso del tiempo, porque vive de la amargura, planear maldad y lanzar cizaňa como virus. Millones de jefes envidiosos, ponen trabas a valiosos profesionales y solo estorban cuando Dios necesita servicio.
Un hombre de fe genuina no anida envidia, para empezar, porque ni se le ocurre ni le brota un sentimiento tan oscuro y bajo. Y si una persona está preso (a) de la envidia, se enoja de todo lo que anhela tiene o es otra persona y no es capaz de trabajar en sí mismo (a) y jamás puede mirar a los ojos.
He notado a muchas personas así taparse la cara con flequillos largos siempre (una cosa es por moda), también que no vocalizan con seguridad y son más torpes a nivel no verbal. Nada es azar, la ausencia de armonía interior se hace evidente.
Cuidado padres con lo que le dicen a sus hijos, con lo que sale de sus bocas sobre otros (as).
Nada queda oculto bajo el sol y no te aflijas si eres objeto de envidia, porque la oración es tu escudo, la fe tu bastión y la mano divina, opera cuando corresponde.
Se precavido, cauto, firme, ordenado y responsable en tu trabajo y honesto por convicción.
Nada es azar y en boca del envidioso (a), todo sueňo se quema y siempre ora porque el maligno se aleje del alma y la mente de esas personas, porque los enferma y los aleja de la paz interior, salud y felicidad.
Nadie fue creado para daňar, tampoco para desear el mal y cada día, ora por tus enemigos gratuitos, pide liberación para sus almas y conversión. Reflexiona y comparte con tus amigos y afectos.
Manjari (Bendiciones) 🧐😇🧚‍♂️🧚‍♂️🌙