Se notaba el impacto de la luna llena. Nunca en toda mi trayectoria vi llorar tanta gente en un evento al desahogarse cuando los atendía. Me quedó esforzarme un poquito más y aunque nunca es suficiente, espero poder realizar estas reuniones cada que me sea posible en donde toque y Dios me mande.
Gracias mil a tanta gente linda y dulce. Mis oraciones por los enfermos y todos aquellos que luchan en tantos sentidos.
Gracias a mis amigos organizadores del evento por ser extensión para servir.