Por senderos donde la divinidad me ubica. Y debo confesar que es la etapa que me brinda absoluta paz, sana y permite abstraer mi mente a zonas insospechadas. Bitacora tras bitacora, lectura profunda, investigación de campo, acompañada de mis refrescantes tazas de té frío con gotitas de limón y música de colección. Y entre mis citas para atender pacientes y mis otros oficios, corre el tiempo, sin distanciarme del arte y todo aquello que me inspira, renueva, fortalece y mantiene constante.
Luego…llegará lo que me reta, saca de mis guaridas y silencio. Escucharé mi nombre mil veces, coordinaciones a tope y como en un espejismo al que nunca me acostumbraré, llegaré a la etapa de firmas con mis leales y bondadosos lectores. En especial con esas bellísimas viejecitas que me abrazan con tanto cariño y tienen el poder de recargar mis baterías. Y con esos niñitos que me pellizcan o jalan el cabello para jugar o tomarse una foto y regalarme sus dibujos.
Del mes de Marte hasta el mes del Sol, hay un trecho. Neptuno llegó a mi mente y todo ha de cambiar y desde mis portadas, lo han de notar.
Nunca tuve a Neptuno pasando por mi casa de la mente y escritura, junto a Kirón natal. Y hasta hoy: hemorragia de palabras que se ubican donde ellas deciden, con una fuerza y velocidad que jamás vivi…Dios me ayude a seguir lo que espera de mi.
Esta foto, es una de incontables que captan mis lectores o mi equipo. Solo siento el flash en la cara y cabeza, pero no siempre me percato.
Y aunque existan días complejos y pruebas de fe…mi pluma tiene su destino y esta servidora, solo se embarca donde ella necesita.
🎯Y hoy un viento fresco acarició mis cabellos y dos fantasmas hermosos, posaron para mi lente. Sigo guardando tremendos regalos…Y a su tiempo…se los mostraré.
Pronto…tengo sorpresas ✨️