Gracias por tanto cariño, confianza y abrir sus corazones, observarlos e intentar ayudarlos de la mejor manera, aunque se que nunca es suficiente y el tiempo corre pronto
Reímos, lloramos, fuimos cómplices y recordamos que somos seres que Dios reune para aprender a ser mejores. Muchas gracias por sus abrazos, obsequios y esa ternura que les brota de los ojos. Y gracias por esas lágrimas de tantos asistentes que me hace confirmar lo hermoso que es ser solidarios. Son un público valiente, fuerte y noto que buscan sanar. Quedan en mi mente y buscaré más guía para brindarles.
Me quedo con motivos poderosos para avanzar hacia lo que me cuentan necesitan y pido a Dios me permita servir y ayudar a sanar.
El resto de fotos en mi fanpage.
Volveré a su tiempo…Los quiero mucho.

















