Queridos amigos, el tema de hoy es “Las enseñanzas que deja el perder” y va dedicado con mucho cariño a Fabrizio, Marcos, Raquel, Lilian, Magaly y Roberto, quienes esperan este post:
Perder implica para el ser humano ver que un anhelo, meta o sueño no se concreta por múltiples razones. Sin embargo, no siempre las personas se dan cuenta que a veces ellas mismas van hacia eso, a perder, porque no se miran. Por ello, desde Zéfiro veamos cómo ese perder en el fondo siempre lleva algo para aprender:
1.- Si pierdes oportunidades laborales y profesionales en general: Hay varias razones, pero cuando por ejemplo esperas llegar lejos, ascender, crecer y ser reconocido sin el debido esfuerzo, el perder será una consecuencia natural e ineludible que deberás afrontar.
¿Qué enseñanzas te deja el perder en lo laboral y profesional si solo tú mismo fuiste él (la) causante?
– Reconocer que la soberbia es mala consejera, que creerte superior a los demás y que lo sabes todo te aleja de la sabiduría y no permite que interiorices los avances que debes dar constantemente para servir con calidad y sobre todo con esmero y dedicación.
– Reconocer que para crecer profesionalmente y laboralmente la voluntad y dedicación son actitudes que debes desarrollar y asumir como parte de tu mundo interno.
– Reconocer que es necesario aprender la capacidad de organización, orden y capacitación constante para poder ir evolucionando, intercambiando conocimientos y así elaborar proyectos interesantes y útiles siempre y eso no significa que debas pasártela haciendo mil diplomados y post grados que aparezcan, significa que tu vinculación con la cultura y el hecho de aprender debe ser constante a través de diversas vertientes como: leer, apreciar el arte, charlar con gente de conversación profunda que nutre, observar y meditar, investigar personalmente lo novedoso que sientas te haga crecer, asimilar enseñanzas de diversas culturas, comprender el sentido de la vida para mirarte siempre.
– Reconocer que si otros llegan lejos no es justo tenerles envidia porque quizá tienen esa metodicidad y empuje que tú necesitas aprender y todo tiene su proceso.
2.- Si pierdes un amor porque fallaste tú o fallaron los dos: El amor implica tener valores, voluntad, generosidad, capacidad de comunicarse, mirarse, saber perdonar y pedir perdón y saber escuchar esencialmente. Sin embargo, miles de personas se dan cuenta de esto tarde y conspiran con actitudes equivocadas para que su relación se vaya por la borda, conspiran para dejar de ser amados y cuando se acaba y es tarde, recién reconocen aquello que antes negaban. Por tanto, si sientes que perdiste un amor, las enseñanzas son:
– Reconocer que la soberbia y ego no te permitieron admitir tus errores y mucho menos pedir perdón a tiempo o jamás.
– Reconocer que preferías pensar que solo la otra parte era culpable de que las cosas fuesen mal y quizá fuiste solo tú el (la) culpable , pero jamás quisiste escuchar y jamás pensaste que se acabaría porque te creías imprescindible y creías llevar el control de la situación.
– Reconocer que quizá tu nivel cultural y emocional jamás fue empático con la persona que elegiste y por ello ahora sabes que si deseas amar nuevamente, debes hacerlo por admiración, no solo por gusto o por soledad o por creer que no habrá algo mejor para ti.
– Reconocer que si hiciste daño puedes ser perdonado, pero la pareja puede elegir irse de ti porque no ama más y porque tiene derecho a buscar su norte, su paz y amar es también admitir que para la otra parte el sentimiento pudo haberse extinguido.
– Reconocer que si realmente amas a alguien no puedes usar trampas, estrategias o caminos para asegurarte de no ser dañado (a) porque dejas de ser tú , porque con ello maltratas y porque el amor que no es para dar y darse no es amor, solo es capricho o un amor infantil.
– Reconocer que es humano fallar y admitirlo te hace mejor persona y hará que tu pareja o la persona que eliges sienta confianza en ti. El amor muere cuando la otra parte siente que no puede confiar porque los valores de su pareja son endebles.
– Reconocer que escuchar a tu pareja y conciliar sin imponer y sin manipular y sin dejar manipularte ayuda a conocerse mejor y a tolerar, a comprender y a no dimensionar peleas tontas o malos entendidos absurdos frutos quizá de stress o de alguna otra molestia interna.
3.- Si perdiste amistades o afectos que considerabas importantes : Recuerda que toda relación humana duradera solo es firme con valores y honestidad. Por ello si perdiste alguna amistad :
– Reconoce que si no supiste ser amigo (a) es porque quizá olvidaste lo que significaba serlo y los valores que lleva de por medio.
– Reconoce que a los amigos también se les escucha y la amistad solo se cultiva con generosidad, gentileza y bondad.
– Reconoce que sino sabes pedir perdón por tus faltas a tus afectos no podrás ser digno de fiar y se dudará de tu validez como persona.
– Reconoce que en ningún tipo de relación humana la mentira, los maltratos y los egoísmos permiten conciliación posible sino se admiten por dentro.
– Reconoce que si tus amigo (a) te hizo ver lo incorrecto en ti no fue por dañarte y si así lo sentiste tienes un ego y soberbia del alto de una montaña.
– Reconoce que sino pudiste ser amigo (a) quizá no querías ese rol y fingiste serlo por razones que no admites y hoy ya no valen de excusas para quien o quienes ya no están.
4.- Si pierdes el respeto y confianza de tus familiares : Se puede dar porque con tus actos solo demostraste inestabilidad, poca sinceridad y poca generosidad y te queda de enseñanza que :
– Reconocer que tu familia tiene derecho de sentir indignación y alejarse de ti si tú conspiraste para ello, si fuiste tú quien con tu falta de compromiso con la vida, con tus metas y con tu afecto dejaste de amar por banalidades o egoísmos.
– Reconocer que no siempre la familia que te tocó era la ideal, tus padres son como son, pero no por ello debes buscar vengarte de lo que crees te han hecho porque en la vida ellos también tendrán que mirarse para perdonarse y tú no eres quien debe dar clemencia a nadie, no es ese tu rol de humano, si perdonas la clemencia no hace falta.
Cuando muchas personas sienten y ven que perdieron algo o alguien se desesperan, ingresan a estados de angustia, desasosiego, se sienten más solas que nunca y tras mucho llorar algunos piensan en cómo arreglar las cosas. Lo único que puede librarte de aquí en delante de sentir esa desolación e idea de perder será aprender a mirarte, a actuar con valores, con honestidad y con generosidad.
Antes de actuar por impulso enojado con la vida, con tu ayer o con lo que fuese fíjate si el área de tu vida en que fallaste fue por tu propia causa. Y no es que debes vivir culpándote, debes vivir siendo lo más cercano a lo justo y recto y por lo menos te quedará la satisfacción de decir que hiciste lo mejor que pudiste.
Ponte del lado de las personas o persona que dañaste con tú actitud y dijo no mas de esto, no más de aquello, ponte a pensar cómo reaccionó o si le dolió o sino fue capaz de comprender o aceptar por su forma de ser o susceptibilidad o valores lo que hacías, lo que decías, lo que callabas, lo que ocultabas, lo que mentías, lo que fingías. Una vez que lo hayas hecho podrás anotar aquello que no debes volver a repetir y pese a sentir que pierdes no es así, ganas con dolor, con mucho dolor, pero ganarás madurez.
El dolor merecido es una enseñanza, el dolor inmerecido es una prueba de fortaleza más porque nadie dijo que todos seamos del mismo nivel de equilibrio aunque fuese lo ideal.
De modo Zeferino (a) que si hoy sientes que has perdido porque te perdiste por dentro, mírate, llora lo que tengas que llorar y luego levántate y decide pulir y recobrar o incorporar todos los valores que necesitas. Y si sientes que dañaste a alguien deja de sentirte ya mal, quizá esa o esas personas vinieron a tu vida para eso , para que la (las ) dañes y a partir de hacerte sentir por primera o milésima vez que perdiste entiendas el mensaje: No naciste para ser miserable, naciste para dar y ser luminoso y si algunas almas fueron el precio, tendrán su consuelo y las gracias que necesitan cuando Dios lo indique o quizá les sirva para ser aún más fuertes por dentro y dar mucho más en cada arista de su vida.
Ahora les dejo esta cancioncita para conocedores, espero les agrade y acompañe
Bellísimo fin de semana para todos y chispitas de luz y un abrazo inmenso para los corazones más tristes y enfermos.
Manjarí (bendiciones)