LA IMPORTANCIA DE MIRARSE POR DENTRO» (POST 23 DE INTELIGENCIA EMOCIONAL)

Queridos amigos el tema de hoy es “La Importancia de Mirarse Por Dentro” y va dedicado a todos los lectores de este blog y en especial a quienes más lo necesitan, Dios elegirá a los que así sea.

Soplo al viento una oración por ellos (ellas)… Ta panripén (provecho para ellos)

El hombre es el único animal racional que vive en muchos casos con la idea de la muerte como destino fatal, como aquella puerta por la que tendrá que pasar irremediablemente. Y quizá por ello, la idea de ser feliz es también un pensamiento que se torna en desesperación cuando elabora recetas para vivir en base a lo que elige la mayoría.

Las recetas más comunes de la felicidad dicen que dinero, éxito, amor y salud en abundancia son lo que el hombre necesita para serlo. Y en busca de alcanzar que todo ello forme parte de la vida, la mayoría de seres humanos corren galopantes antes sus metas, sin detenerse, sin mirarse y cuando pararon para descansar un instante descubrieron con horror que perdieron parte de sí mismos y también las cosas y seres que más querían y fueron importantes.

A menudo el hombre irreflexivo tendrá que cargar con la culpa de haber perdido lo que más anhelaba por seguir las recetas de la felicidad, sin tan solo haber pensado si le iban, si eran para ella (él)

Por ello, desde Zéfiro quiero abordar las consecuencias negativas de no saber mirarse a si mismo:

CONSECUENCIAS NEGATIVAS DE NO MIRARSE POR DENTRO:

1.- Sino se busca conocerse a sí mismo, es probable que te escojan la profesión, que no descubras tus talentos, que no se te ocurra tomar decisiones importantes y que esperes a que los demás lo hagan todo por ti. Y cuando notes que el tiempo pasó quizá esas personas que un día eligieron por ti serán las mismas que te reprochen tus errores, no reconocerán que te llevaron a cometerlos y tú sentirás que nada lo haces bien.

Y es que en el fondo hasta hoy no te conoces, no sabes que emociones te dañan por no saber manejarlas y no sabes por dónde ir por tu propia decisión.

2.- Quien no se mira por dentro es incapaz de poder ponerse en el lugar del otro, del prójimo, del familiar, de amigo y es muy probable que actúe con egoísmo, cinismo y sin consideración. Y todo ello solo es el reflejo de la manera en que se halla su alma perdida, esa que no sabe lo que siente, lo que lo alegra o lo que le duele, lo que sueña y lo que desea olvidar.

Sino existe autoanálisis el hombre actúa por impulso, se deja llevar por sus emociones dañinas y como consecuencia irá perdiendo día a día la confianza de quienes conoció, de aquellos que creyeron en ella (él) y cuando despierte no tendrá ni muy claro en que fallo porque nunca se sentó a meditar sobre sus errores.

El hombre moderno vive quejándose de lo que no tiene, de lo que le falta y de lo que espera de los demás, pero no es consciente que para cosechar hay que sembrar con luz, esa que lleva la auto reflexión como requisito para madurar.

3.- Quien no se mira por dentro no tiene noción del tiempo, la vida se le pasa sin prisas, sin agendar lo importante, el egoísmo y soberbia se apoderan de las mente y no le importa saber quiénes, cómo y qué pierden.

No puede ver que el tiempo es valioso para todos y mucho más para quienes más lo necesitan como los ancianos, los enfermos, los olvidados y los que viven en zozobra, pero ellos no suelen estar en su mente, no hay conciencia de que algún día no lejano se pude ser alguno de aquellos personajes que evade ver porque cree que no correrá esa suerte.

Y es que el hombre olvida que Dios envía los roles que se tienen que vivir para trascender… nadie puede escapar de su destino… jamás del que designa Dios.

4.- Quien no se mira por dentro no es capaz de reconocer sus debilidades ni sus carencias ni los síntomas de su enfermedad si la tuviese.

Si por ejemplo un hombre es agresivo con sus empleados en las labores prefiere decir que es recto antes que reconocer que se venga de todos porque hace algunos años a él lo humillaron sus jefes en otro empleo.

O si un hombre (mujer) es dominante con su pareja prefiere decir que se cuida a que reconocer que es inseguro (a) y dominar le quita la sensación de miedo que la (lo) aturde día a día ante la idea de perder a su pareja.

5.- Quien no se mira a si mismo se queda con la culpa atravesada en la mente y en la garganta, no sabe decir “Perdón”, prefiere decir “Disculpas”, frase elegida por la mayoría de los que no tienen valor de decir la primera , y como decía mi abuela se dice disculpas cuando te pisan un cayo, pero si se comete errores se dice “Perdón” mirando de frente y con firmeza, la misma que libera e inyecta energía.

6.- Quien no se mira por dentro repetirá los mismos errores y almacenará solo pérdidas y fracasos, elegirá sentirse en el dolor perpetuo, en la condena. Mirarse es liberarse, despojarse de los roles que la sociedad impone robando la luz y talentos propios con los que nacimos.

7.- Quien no se mira por dentro no alcanza la cercanía con lo mágico, no recibe señales del cosmos, vive de manera monótona y oscura. Y es que los que si se miran tienen temor de Dios, la oración como bastión y la dignidad grabada en el pecho como el mejor escudo para no bajar la mirada ante nadie si se lleva la verdad en cada cosa que se hace y dice.

Por todo ello amigos, alumnos y lectores de Zéfiro, aprendan a mirarse sin temor, sin prejuicios. Dediquen un instante del día para hacerlo y recuerden que la vida es como un puente, el mismo que tiene un reloj de arena que cada instante indica lo que puedes perder si no llegas a tiempo, a tiempo para ser tu mismo, a tiempo para ser más cercano a Dios con tus actos, con el alma.

Que tengan un lunes donde decidan mirarse y que el reloj de arena de sus vidas juegue a su favor según lo merezcan.

Manjarí (Bendiciones)