HOMENAJE A MI «COMUNIDAD MISTICA»

Queridos amigos, el día de hoy este post es muy especial porque va dedicado a mis mejores amigos personales, los cuales solemos llamarnos “La comunidad mística” y sin duda que la mano divina unió nuestras vidas desde hace muchos años. A la mayoría los conozco desde niña y a otros desde adolescente, pero sin ellos Zéfiro no existiría, sin ellos esta servidora no habría logrado muchas metas importantes porque con cada uno he estudiado, trabajado y vivido experiencias importantes.

No solo son mis incondicionales amigos (as) sino mis 17 ángeles de luz y callo sus nombres porque es mejor así, pero hoy es nuestro aniversario de fundación y merecen esto. Y no me lloren, guarden esas lagrimitas para reirnos a carjacadas como siempre lo hacemos.

¿Por qué comunidad mística?

El nombrecito nació en una velada especial en Pachacamac en casa de mi querida Lipi que en paz descanse. Para relajarnos, practicar nuestros diversos artes y oficios y para intercambiar conocimientos nos reuníamos allí muy seguido . Y pese a nuestras labores agitadas siempre teníamos algo en común : estar conectados en mente y alma.

Y es que si sentimos que algo le pasa a alguno de sus miembros alguno de nosotros lo sueña, lo siente o simplemente lo sabe y se comunica de inmediato, hecho que le puede pasar a todos los que caminan con fe y devoción sin ser fanáticos religiosos.

Y hemos pasado tantas cosas juntos (as), tantas buenas y otras super dolorosas que ello nos volvió como hermanos, unidos para tareas peculiares, pero inolvidables.

Con muchos de ellos hice mis primeras investigaciones sobre temas policiales como parte de mi carrera de periodista y fui a la morgue varias veces por labores, con otros viajé mucho y conocí gente y episodios de vida fascinantes . Y siempre, siempre que andaba con alguno de ellos me pasaban cosas increíbles como la que narraré:

Cuando investigaba homicidios sobre mujeres para uno de mis libros, un caso llamaba mucho mi atención y por más que buscaba información y viajé al lugar de los hechos no lograba armarlo. Una suegra había asesinado a su yerno por venganza, pero llegar a ella fue espantoso, por poco salgo muerta yo con lo agresiva que era la enferma mujer.

Y cuando pensaba que ya no lograría armar el caso, una tarde salí con 2 de estos amigos (as) y un extra amigo abogado que me ayudaba en los temas , los tres me animaban a seguir buscando y entre bromas me decían: “Ay mujer sabes que para nosotros todo llega, algo raro pasará y lo armarás”.

De pronto me dio mucho frío y me antojé de tomar un vaso de emoliente super caliente. Estábamos por el distrito de los Olivos agotados de buscar información. Y me senté con ellos en una banquita y charlábamos del tema intentando esclarecer más pistas. De pronto, la chica que vendía emolientes me miró fijo y me dijo: ¿usted es policía?, ¿vino de Huaraz?. Yo le dije que era periodista y la chica me dijo super apenada: “señorita, el chico del que hablan es mi hermano, fue asesinado en Huaraz”.

Los 3 quedamos perplejos y la chica comenzó a narrármelo todo todo. Hoy sé que su hermano que en paz descanse quería que se sepa su verdad y se haga justicia, ese frío intenso que sentí y me llevó a ese lugar a beber algo caliente no fue casualidad, mis ángeles me empujaron y echaron la mano como siempre y la energía de mis amigos hizo la magia.

Con este grupo maravilloso de personas comparto la investigación, fotografía, numerología, reiki y estudios de angeología, cromoterapia, lectura de rostro, grafología, cuenta cuentos para niños, poesía, narrativa y largos paseos fuera de Lima. Con ellos comparto actividades anónimas para intentar ver a gente más feliz. Y todos ellos son leales a prueba de fuego, divertidos (as), ocurrentes, arriesgados y sobre todo honestos.

Los integrantes de la comunidad mística amamos el arte, hacer locuras sanas y sobre todo buscamos lo recto. Creemos en los ángeles porque gracias a ellos nos conocimos y porque vivimos el sincronismo para ser mejores.

Dios pone a la gente que uno necesita para ser mejor en el camino y sino fuese parte de esta maravillosa comunidad fraternal muchas pruebas de fe que viví hubiesen sido más complicadas de pasar, así como las de ellos. Cada uno de nosotros por alguna razón en especial posee habilidades peculiares, talentos o cosas poco comunes que hoy luchamos por usar para el mayor bien de los que nos rodean y sobre todo de los que amamos.

Sabemos que mucha gente nos tacha de extraños, nos mal juzga sin conocernos y hasta nos odian, nos creen insensibles cuando somos firmes y rencorosos cuando decidimos por el camino correcto o del silencio, pero entregados a la reflexión y a servir desde nuestras diversas profesiones y labores dejamos que tales comentarios pasen por nuestras vidas como malos vientos.

Hoy quiero agradecer a Dios una vez más por ponerlos en mi camino, por ser parte de la historia de mi vida, por la lealtad, por la entrega y sobre todo por el valor para defendernos y apoyarnos cada que se requiere. Ninguno de nosotros ha tenido una vida fácil pese a que muchos así lo creen porque nos va bien en alguna que otra cosa que la gente llama éxito. Para nosotros el éxito está en ser nosotros mismos y poder hacer uso de nuestros talentos disfrutando, sin angustias, sin competencias extrañas y sabemos que en estas tierras de paso se viene a aprender, a dar amor y a aceptar con humildad lo que Dios disponga porque todo es para nuestro mayor bien.

Que más puedo decirles amigos (as), millones de gracias por el cariño, por engreírnos entre todos, por la magia, por los desvelos y sobre todo por ser los hombros y abrazos para llorar o para reír, para consolar y para divertir más allá de todo límite. Saben que les debo un libro , un libro mágico sobre lo que hacemos, pero todo a su tiempo y cuando el corazón grite que debe hacerse.

Y ahora les dejo esta bella canción que tanto nos gusta por su significado para la mayoría de nosotros.

Manjarí (bendiciones)