Queridos amigos, el tema de hoy es “Como recobrar y asumir valores” y va dedicado con mucho cariño para José, Dany, Carmencita, Johana y Omar.
Si bien existen valores innatos y aprendidos, en el camino de la vida no siempre todo mundo asume los esenciales o los va perdiendo o dejando de lado por falta de reflexión y otros factores.
Sin embargo, llegamos a estas tierras para ser mejores cada día y la vida se encarga de darnos lecciones en cada episodio. Y siempre debemos estar atentos en identificar aquellos valores que se necesitan asumir, reforzar y elegir para madurar y permanecer estables a nivel emocional.
¿Cómo lograrlo?
1.- Evaluando con calma y honestidad porqué razones en algunos situaciones vividas las cosas no salieron como se planificó se esperaba. Y es que a veces es más sencillo echar la culpa al resto que mirarse. Recuerda siempre que los hechos hablan de los corazones y si sientes que actuaste sin responsabilidad ante algo o con poca transparencia , sin duda existió una consecuencia que quizá no logras ver que es para tu mayor bien.
2.- Luego de aquella evaluación anota en un papel o donde prefieras, los valores que necesitas asumir o reforzar y con sencillez comprométete contigo mismo para lograrlo. Y si sientes que te cuesta demasiado, que no eres capaz de ello , buscar ayuda emocional y espiritual será la clave.
Vivir en armonía contigo mismo y con los demás depende en el fondo de que la vivas contigo, de que seas auténtico. Generalmente quien teme ser uno mismo actúa por impulso o por poses para ir por la vida aparentemente protegido (a), cuando solo va interpretando roles porque no asume lo que realmente le da paz y dicha.
3.- Nutre el alma con conocimiento y meditación: Prepárate para ser maduro y ello consiste en acceder a todo tipo de información que te aleje poco a poco de la ignorancia emocional. Busca identificar qué emociones no controlas y que otras no te dejan ser mejor y cuando sepas las razones podrás aprender a conocer el origen de tus pensamientos. Sabrás si piensas algo por ira, por rabia, por miedo, por ansiedad, por desgano, etc
4.- Elige conversaciones profundas y amistades de valores: Puedes tener miles de amistades, pero es preciso que conserves amistades de nivel emocional inteligente y bondadoso. Con este grupo o cantidad mínima de personas puedes dialogar, intercambiar conocimiento y a la vez ser esa extensión de los afectos que hacen de la vida algo más bello.
Compartir con gente que admiras y respetas momentos, etapas y sobre todo saber que cuentas con ellos en las buenas y malas y sus valores tienen empatía con los tuyos te hará sentir siempre más seguro, siempre más agradecido con la vida y con Dios. Y es que por lo general, la gente que siempre está a tu lado apoyándote y comprendiéndote son una suerte de ángeles que fueron destinados para ti por alguna razón en particular, nadie llega a tu vida por azar.
5.- Vivas lo que vivas, recuerda que eres lo que llevas por dentro: Si vives con apego a lo material y te obnubila pertenecer a estilos de vida o grupos donde el qué dirán manda y el ego es tu jefe, recuerda que no puedes esperar nada de nadie, solo de Dios y de las personas que lo llevan con fuerza por dentro. Por tanto, asume tus roles y sirve por la dicha de hacerlo, de darte, y mira siempre con prudencia y reparo todo aquellos escenarios y momentos donde te topes con personas totalmente opuestas en valores a los tuyos; respétalas, pero aférrate a los tuyos con más fuerza para no dejar de ser tú y perder tu luz y tu esencia.
6.- Puedes perderlo todo, pero no conspires para perderte a ti mismo: Sin normas de vida y convicciones es más fácil equivocarse todo el tiempo en todas las aristas. No elijas vivir como niño siempre o como adolescente, no temas madurar, no temas hacerte cargo de ti mismo, de tus talentos y metas porque si no lo haces la frustración se apoderará de ti.
Ser constante, valiente, osado y creativo, siempre con la generosidad en el corazón será la clave para que tu alma te sople rápidamente cuando estás actuando de manera indebida.
7.- No busques ser comprendido por gente que no se mira y no es auténtica: No juzgues, pero tampoco camines por la vida creyendo que siempre serás comprendido. No es ese el real sentido del vivir: el real sentido es ser, darse y hacer metas comunes con personas que pueden contigo hacer de este mundo algo más justo y bello.
8.- Cultiva la fe como bastión: Fe en Dios, fe en que tienes un ser supremo que te acoge siempre con bondad y una hueste inmensa de ángeles para apoyarte y ser el soplo que necesitas cuando dudes o decaigas. Aún en los momentos más oscuros, recuerda que todo ocurre para tu mayor bien, solo aprende a descifrar las razones.
9.- No te dejes influenciar por malos consejeros (as) olvidando lo que eres y lo correcto: A veces puedes dejar de lado tus valores por escuchar malos consejeros, mira sus vidas, fíjate si son limpios de corazón o solo buscan un beneficio tuyo. Fíjate si los mueve la envidia o son insensatos, y jamás hagas algo que no sientas debes hacer porque el precio a pagar no solo puede ser luego alto, siempre recuerda que en el camino podrás perder lo que más amabas.
10.- Perdónate y pide perdón: Si fallaste, asúmelo y comprométete contigo mismo en enmendarlo. Hacerte de la vista gorda no acallará tu conciencia y puede afectar tu salud física y emocional.
Recuerda siempre actuar conforme a lo justo y así los problemas y pruebas de la vida te desconecten con tu ser un instante, piensa bien y si notas que actúan como no lo harías tú, no hagas los mismo, mantén el silencio y sigue caminando porque vivir en paz contigo mismo siempre será lo más importante para afrontar nuevas etapas. Puedes fallar, equivocarte, pero siempre sabrás bien lo que hiciste por voluntad y deseo propio,
No vivas por vivir, vive con esmero, alegría y voluntad para alcanzar tus metas y sueños sin olvidar que compartir, consolar y enseñar lo mejor de ti te llevan a la sabiduría.
Ahora les dejo esta bella melodía para que los relaje e invite a reflexionar.
Bellísimo día para todos, no olviden orar y ponerle punche a los proyectos y sobre todo amor.
Manjarí (bendiciones)