Queridos amigos el tema de hoy es “El precio de ser tú mismo, digno y firme” y va dedicado con mucho cariño para Daniel, Mathías, Isabel y Sofía, quienes esperan este post.
En la vida siempre existirán personas que busquen cuestionar tu forma de ser y pensar, que simplemente no te conozcan bien y en otras ocasiones, tu forma de abordar situaciones y tomar decisiones les asombre, choque o les desagrade.
Y es que desde pequeños en elevados porcentajes de hogares, así como por influencia de medios de comunicación se transmitió la idea de que las personas tienen que hacer tal o cual cosa para ser feliz, olvidando exponer lo importante: Cada quien trae gracias a Dios una esencia en particular que lo lleva a buscar sus metas, sueños y elegir caminos que le den paz y alegría, pero el gran problema de los hombres soberbios y ególatras es negarse a aceptar tal realidad.
Por ello, desde Zéfiro veamos lo que implica ser uno mismo y cual será por siempre la forma en que los demás lo pueden tomar.
¿QUÉ ES SER UNO MISMO?
Es conocerse por dentro, saber mirarse y ser firme en valores, convicciones y actitudes para con la vida. Es el compromiso que te trazas contigo mismo acerca de la forma en que deseas vivir, usar tus talentos, servir, proceder ante los problemas y en quienes son espirituales implica permitir que la fe sea un bastión en el camino y cada día sea visto con gratitud por las cosas buenas y todo lo que te rodea y recibes para tu mayor bien.
Con el tiempo y al estudiar, socializar y poseer más preparación las personas van demostrando su forma de ser, que dependerá de valores innatos, aprendidos, así como de convicciones que vienen del fondo del alma o fueron adquiridas de manera correcta y en otros casos de modo incorrecto (prejuicios, estereotipos).
Cuando una persona fue criada con amor, con comprensión y con enseñanzas valiosas acerca de lo emocional y espiritual su capacidad de ser auténtico y su nivel de autoestima será mejor. Por tanto, la necesidad de decidir será algo natural en su vida y lo hará con naturalidad y sin temores que lo aterren o atajen; mientras que las personas que viven temerosas, inseguras y dudan de sí mismos, de los demás todo el tiempo tendrán más problemas para elegir, decidir y sentar las bases de sus metas.
LA DIGNIDAD COMO ETERNA CUESTIONADA
Cuando se posee conocimiento y certeza de lo correcto y lo incorrecto, la voz de la conciencia es una aliada para el alma y se tiene claro que se busca paz, armonía y quienes elijas como amigos personales, afectos cercanos tengan sintonía emocional contigo se detecta fácilmente todo aquello que sea lo contrario.
No podemos evitar que por circunstancias de la vida a veces en centros de estudio, trabajo y entorno tengas que lidiar con compañeros (as) conflictivos (as), envidiosos (as), metiches sobre tu vida o simplemente incapaces de comunicarse sin buscar mortificar. Y cuando ocurre nos queda la educación, la diplomacia y la oración por ellos.
En casos más serios las personas conflictivas buscan sabotear tu trabajo de la peor manera (sin que comprendas la razón del todo), hacerte quedar mal con superiores, buscar que te saquen de un área, quebrar relaciones con gente que confía en ti por envidia, etc y ante tales situaciones muchos trabajadores callan, soportan y es el miedo lo que los hace elegir soportar tales ataques. Es aquí cuando la dignidad, el autoestima y las convicciones deben salir a flote y tomar decisiones para recobrar la paz (buscar pruebas del trato hostil laboral y hablarlo con superiores para buscar un cambio, ignorar por completo a este tipo de personas, evitar tener tratos con ellos, no por soberbia ni venganza, solo porque se tiene claro que resulta imposible hacer las cosas bien y comunicarse de manera sana con personas con problemas emocionales que no los reconocerán jamás por ego).
La dignidad es esa convicción que nos dice que no tenemos por qué soportar situaciones inmerecidas al lidiar con gente que no es sincera, no es honesta o simplemente observamos que su proceder no combina con los valores que son esenciales para vivir en armonía. Todos podemos equivocarnos (somos humanos), pero no podemos pretender que gente que no reconoce errores y los vuelve a cometer siempre (sabiendo que lo hace) haga cambios por nosotros y para nosotros (cada quien decide lo que su alma necesita). Sin embargo, si podemos elegir seguir nuestro camino y no detenernos a ocupar tiempo cerca a personas que solo saben dañar porque no conocen otra forma de vida.
¿EN QUÉ SITUACIONES COMUNES LA GENTE APLASTA SU DIGNIDAD?
Hay muchos casos, pero en estos tiempos algunos ejemplos son:
– Personas que se dejan maltratar por su pareja (a nivel psicológico), no se lo dicen por dependencia, por miedo a la soledad y creen que el amor real es eso. Es gente que no ha experimentado una relación afectiva con sentimientos profundos mutuos.
– Gente que se deja maltratar por sus superiores o compañeros de trabajo, se queja en casa, a solas, pero no hace nada por evitarlo por miedo a perder el empleo, a que hablen mal de él.
– Cuando cede a manipulaciones de personas que buscan como dice el dicho (Voltear la tortilla) y pretenden hacerte creer que tú cometes errores serios con ellos (ellas) para no admitir sus errores por ego, soberbia y falta de humildad.
Esto puede pasar con familiares, amigos, pareja, colegas, etc y hay muchas formas y estrategias para los manipuladores (Te mandan indirectas porque jamás te dirían cosas en la cara, específicamente en el caso de compañeros de trabajo, si es una relación de pareja los manipuladores arman un discurso donde colocan las ideas de tal modo que si hablan con alguien poco analítico o muy nervioso (a) logran convencerlo (a) de que si cometen un error) y así logran sentir poder sobre las personas para luego actuar como creen es correcto.
– Cuando no se pone fin a situaciones hostiles en un matrimonio (mujeres o varones que se dejan gritonear por la pareja todo el tiempo, les imponen ideas por celos enfermos, sabotean sus metas por egoísmo, etc).
– Cuando se permite que un progenitor te critique todo el tiempo sobre tu forma de vida o gustos (no porque sean malos o insanos) sino porque hubiese querido otra cosa para ti o porque no puede controlar su necesidad de hostigar, criticar y herir (así tal vez fue criado).
– Cuando muchachas desprovistas de autoestima e inseguras permiten que varones ególatras y patanescos las busquen usar a nivel sexual, se dejan ilusionar y no saben decir NO a gente sin equilibrio que no sabe amar.
– Varones que son usados por mujeres interesadas (los despluman) y ellos mendigan un amor que no es sano ni noble, no se aman y no admiran, pero la obsesión, el miedo a la soledad, el apego y la baja autoestima los hace soportar y esperar, conformarse con algo que solo les roba lo mejor de la vida: el tiempo y las posibilidades.
– Permitir chantajes emocionales (gente que te dice que no eres agradecido por algo), cuando siempre lo fuiste, pero usa ideas fijas para lograr que tú hagas lo que desea por capricho o por razones que no comprendes del todo.
¿QUÉ SUELES HACER CUANDO ERES DIGNO ANTE LOS CONFLICTOS?
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Buscar solucionar las cosas sin pelear (si es en casos laborales, con amistades, con entorno puedes charlar, buscar acuerdos), pero si pese a hacerlo las cosas no mejoran y la o las otras partes mantienen actitudes irracionales y extrañas te dices: “Ni hablar, respeto la forma de ser de mi semejante, pero no va conmigo, es inviable lidiar con personas que no son sinceras o con las que dialogar es complicado por sus actitudes” y por la paz sigues tu camino y tus metas como siempre lo has planeado. No puedes ni debes obligar a nadie a ser lo que no es, pero tampoco tienes porque soportar situaciones que no te agradan. Uno debe hacer las cosas contento (a), y siempre habrá problemas en todos lados, pero solo la gente de buenos valores y madura lo corrige con humildad.
Y puede ocurrir que en un centro de trabajo seas visto como (alzado) (a) cuando solo te ven charlando muy a gusto con un grupo de personas y con otros solos seas muy educado, pero por tu paz decides no ir más allá. Te dirán conflictivo, vengativo, etc, pero si nada tienes que temer y tu conciencia está en paz, respeta tu esencia y sobre todo ora siempre por aquello que necesitan luz.
Si alguna vez alguien te pregunta algo, pide un favor o guía sobre algo, hacerlo no es indigno (es generosidad) y no hay nada de malo en ello y escuchar un “perdón” por tal o cual episodio (en casa, trabajo, con amigos, pareja, etc) sin duda que será un alivio para quien lo pide y puedes comprender, escuchar y admirar ese mirarse y también decidir (sobre todo a nivel familiar y con amigos personales y pareja) mejorar las cosas; el error sería vivir amargado (a) porque la gente no hace las cosas como quieres o esperas y paralizar tus metas.
Ser uno mismo es ir por la vida con la certeza de que buscamos mejorar cada día por dentro, tener la humildad para aprender siempre y valorar todas aquellas cosas y personas que Dios puso en nuestro camino para ser felices (partiendo por los padres) y recordar que cuanto más te cuestionen los que no te comprendan, será porque sus corazones son tan duros y a la vez tan soberbios que preferirán siempre decir que eres duro, vengativo, arrogante y cruel cuando actúas y decides con firmeza ante algo .
Y es que los que dañan suelen tener problemas para recordar y meditar acerca de cómo actúan y negar esa sensación de ausencia de paz que pretenden trasladar a otro que ven vivir como le provoca e inspiran sus objetivos de vida.
Algunas ocasiones, las personas dignas son tachadas de dureza y falta de sensibilidad para perdonar, cuando en el fondo no es así y quien lanza la crítica o reclama ese perdón en el fondo no es capaz ni siquiera de pedirlo de manera decente y correcta y ante un tipo de personalidad firme, se sienten atacados, maltratados, horrorizados etc. Es entonces que prefieren llamarlos “vengativo” (a) y su ausencia de ecuanimidad y humildad siempre los hará buscar manipular las cosas antes que admitir mirarse.
Las personas dignas, de valores y fe no saben de venganzas, saben de seguir caminando y no exigen nada, mucho menos que los demás sean distintos a como son porque existe la libertad interior. Sin embargo si por elegir cambios de vida, quienes pertenecen a tu círculo personal y quienes no eres tachado de cruel y demás ideas, es el precio a pagar. Y es que la mayoría de personas firmes en convicciones ha sido criticada, tachada y cuestionada, desde Martin Luther King hasta personajes como Gandhi y ni que decir de ciertas etnias cuestionadas hasta hoy sin conocerlas en esencia. Y vivir pasando por encima de tales juicios y críticas de personas distintas, siempre será un motivo de oración y compasión para que Dios los ilumine y ayude a encontrar la paz que necesitan sus almas para renacer.
Ya lo saben Zeferinos, recuerden que pueden elegir con quien sentarse en la mesa sin que por ello seas vengativo y desearles lo mejor del mundo porque por salud emocional y mental librarte de gente manipuladora, deshonesta y sobre todo que no sabe ser humilde de corazón es una decisión que se toma por dignidad y porque cuidas tu espíritu. No esperemos que nos pidan perdón para perdonar, eso es algo que nace naturalmente cuando por dentro hay capacidad de compasión.
Para toda mi gente digna, luchona, honesta y auténtica va esta canción con profundo mensaje haciéndoles recordar que los ángeles siempre nos previenen de todo aquello que debemos tomar en cuenta y saber a tiempo para vivir en paz y con alegría. No existe nada oculto bajo el sol y el que tiene ojos para ver será porque busca escuchar un poquito más al creador.
Que tengan una preciosa tarde y mejor noche. Chispitas de luz para sus corazones, proyectos y los que aman.
Manjarí (bendiciones)